La niña se hallaba en su mejor posición, o mejor dicho en su posición predilecta.
Cola p'arriba, panza p'abajo, sí señor ! Esa era su posición preferida!..
Es que la niña disfrutaba del maravilloso mundo que le brindaba la enorme casa en donde vivía con su familia.
Ella estudiaba cada grieta, cada rincón, cada baldosa, cada canaleta.
Todo le llamaba la atención y de esa forma había aprendido muchísimas cosas..
Por ejemplo... descubrió cómo hacía su tela la araña y para qué la utilizaba.
También descubrió que los ratoncillos bajaban del techo utilizando la cañería por la que bajaba el agua de la lluvia.
Así fué que llegó a investigar una gran piedra rectangular... Era un gran adoquín que su padre ulilizaba para sentarse un rato antes de comenzar su trabajo en el taller...
Fascinada la niña comenzó a buscar con un palito por debajo y por detrás, hasta que descubrió que por allí había vida.
Para qué!
No paró hasta sacar lo que allí se escondía!
Así fue que logró sacar unas lombrices, que a ella le fascinaron...
Comenzó inmediatamente a estudiarlas. Miraba cómo reptaban. Observaba cómo se enrollaban para un lado y para otro. Y así llegó la tardecita.
La niña se dijo:
- " No las voy a dejar debajo de la piedra! Les voy a hacer una linda camita!"
Y así fue cómo corrió a la cocina de su madre y se apropió de la caja de fósforos (dejando el contenido en el cajón de la mesa) .
Luego puso un poquito de tierra debajo y con unas tiritas de musgo improvisó una manta.
Listo! Dijo la niña y puso a dormir a las lombrices....
A la mañana siguiente, después del desayuno, fué presurosa a ver a sus lombrices y...
- "¡Mamá!" - gritó todo lo fuerte que pudo...
- "¡Dios! ¿Qué te pasa ahora?" - le dijo la madre que ya estaba acostumbrada a "esas cosas" de su hija.
- "¡Están "muridas"!....Mis vivoritas están muridas... por quéééé´?!!! Eh'?!?!?!?" - llorisqueaba sin parar y sin consuelo.
-" A ver? Qué es lo que estás diciendo? Vívoras de dónde? " - dice la madre mientras se acerca a la niña.
- "Miráááá! Mami.... están secas!... y yo que le había hecho una linda camita!" - y le extendió la caja de fosforos que más que cama era un féretro...
- "Niña! Es que estas son lombrices y necesitan humedad para vivir!!! - le explicó la madre.
- "Ah!!!" - respondió la niña dejando de lado su llanto.
Siempre que encontraba respuesta a un problema se tranquilizaba de inmediato...
Entonces ese mismo día, salió con otro palito y por la misma piedra a la pesca de otras lombrices.... y la guardó con mucho cuidado para verlas y jugar el día siguiente...
Y llegó el día siguiente y ... la niña después del desayuno fue para el patio trasero a mirar qué había ocurrido con sus lombrices... y ...
-"¡Mamá! Otra vez! Otra vez!... Buaaaa!!!!" - lloraba como una desesperada.
- "Otra vez qué?" - dijo la mamá mientras dejaba su costura de lado.
- "Otra vez están todas "muridas"... mis lombricitas mami!!!! Pobrecitas!!!
- "Otra vez se secaron? - Las pusiste en una camita?" - preguntaba mientras se acercaba.
-" ¡No! si yo las guardé en un jarro con aguaaaaa!!!! - Cómo pasó eso ahora? Ehhh?- insistía la niña.
- "Es que humedad no es un tarro lleno de agua querida! Ahora se ahogaron!!!" - Dijo la mamá tratando de desdramatizar la situación y comprendiendo la angustia de su niña.
- "Buenos entonces ni seca ni mojadas.... ¡¿Eso es humedad????" - Dijo la niña mientras sostenía en sus manos las casi putrefactas lombrices.
- "Si querida, es así ni menos agua ni más agua.... justito como a ellas les gusta!" - concluyó la señora y se retiró a seguir su trabajo.
Y la niña estaba triste.
Entonces su mamá le ofreció un libro para consuelo y la niña se fué a buscar a otros niños para leerles en voz alta algún cuento de gnomos ingleses....
Continuará
Pasaron los días y la niña entró como flecha hasta el lugar más interior de la casa. Allí estaba su mami trabajando y en cuanto escuchó los zapatitos de su hija raspando el empedrado de la entrada se puso alerta y asomó su cabeza por la puerta de la cocina.
- "¡Mami.... socorroooo! Auxilio!!!!!" - gritaba jadeante la pequeña.
- "Por Dios y la Virgen! Qué te ocurre niñita! porqué gritás pidiendo auxilio? - preguntó aterrorizada.
- "¡Mirá mamita!... en la calle encontré un pájaro, pequeñito y desplumado.... y tengo miedo que lo pise un auto. Ayudame a agarrarlo y lo traigo para casa." - dijo casi sin respirar la niña.
- "No! y esto es en serio. No lo toques porque es un pichón y los padres van a levantarlo hasta el nido. Escuchaste bien? Déjalo tranquilo a ese pichón y a mi también.... oíste?" - y con eso, la señora, dio fin a la conversación con su hijita.
- "Ma'si q'voy a hacer! Nadie comprende nada en esta casa! Mecacho!!!! Siempre lo mismo!!! No lo hagas, no lo digas, no lo toques, no... no ... no.... " - Y así rezongando la pequeña niña se fue hace la avenida.
Allí se encontró con el pichón que moviendo sus alas y medio a los saltos... iba por el cordón de la vereda.
-"Ay! No te caigas! Yo te salvaré!..." - gritó la niña.
Acto seguido saltó hasta donde estaba el gorrioncito desplumado e indefenso. Poniéndose agazapada como un gato, agachadita y con sus manos ahuecadas y alertas para encerrar entre ellas al pequeño pichón.
El asustado gorrión aleteó y aleteó con energía de tal manera que levantó un vuelo repentino y se posó en la cabeza de la niña.
La pequeña trató de atraparlo y se le fue enredando entre sus cabellos. Desde allí luego se lanzó hacia la calle...
La niña desesperada y agachadita, al igual que un gorrión le seguía desesperada tratando de hacer realidad su deseo de salvarlo.
- "Vení! No tengas miedo pequeñín! Te llevo a mi casa y te doy comida! Vení pequeñito.... pío , pío , pío........!
Y no tardó en ocurrir lo inesperado.
El pichón fue a pararse sobre la alcantarilla de la avenida.
La niña corrió y en su intento de salvarlo lo asustó y el pobre pájaro cayó y desapareció por el alcantarillado.
La niña quedó en silencio.
No hubo llanto. Solamente un profundo desasosiego la invadió. Luego arrastrando sus pies se dirigió a su casa.
Con vos ahogado y con el rostro sumergido en el delantal de su madre.... le contó lo sucedido.
Y luego que se calmó con las caricias de su madre, escuchó que ella le decía con voz tranquila.:
* "Mira niña mía! Uno muchas veces queriendo hacer lo bueno hace lo malo. Por ignorancia, por pura ignorancia hijita mía.... no te sientas mal. Mira: Sabes una cosa? Dice el libro que tiene escrita la Palabra de Dios que ni un pajarillo del cielo cae a tierra si El no lo permite."
- "Verdad mami? Preguntó la niña secándose el rostro totalmente bañado en lágrimas...."El sabe entonces que yo no quise hacerle mal al pichoncito, ni a las lombrices tampoco?"
- "Claro corazón! El sabe todo y te conoce. El sabe que eres una buena niña... Deja ya de llorar!"
- "Te prometo mami, que no voy a meterme más con la creación de Dios. Voy a dejar qué solamente El haga el trabajo." - dijo la pequeña mientras suspiraba y tranquila bajaba de la falda de su madre.
- "Eso espero" - dijo la mamá, pensando que la curiosidad y la corta edad de la niña en poquito tiempo más la estaría haciendo meter en otro problema.
continuará.-
Negrita al correr de los días se olvidó lo aprendido y descubrió que por el borde del patio de su casa desfilaban en perfecto orden y contra la pared, una larga fila de hormigas hermosísimas. Todas bien negritas. Con antenas movedizas. Muy educadas, en cuanto se cruzaban con otra que venía en sentido inverso, se saludaban tocando sus antenas.
Mucha gracia le hizo semejante desfile.
Mirando el sol que había y lo mucho que trabajaban las pobre hormiguitas.... fue a buscar hojas, trozos de madera, pequeños pedazos de vidrio o de plástico que encontró por allí y así fué formando todo un paseo techado para sus hormigas. Trabajó toda la tarde... y luego se fue a merendar, cambiarse y salir de paseo con su tía.
Al día siguiente fue a buscar a sus nuevas amigas y....
- "Mamáááá! !Mis hormigas están muertas!!!!! todas bien "moridas". Qué pasó ahora? Fué la humedad? Ehhhh???? - y junto con su llanto y sus gritos, la niña zapateaba con rabia en el piso del patio.
- "Qué drama tenés ahora? .... No puedo trabajar tranquila con todos tus inventos!" - rezongó la madre. La pobre ni el dedal del dedo se había quitado y tenía aún la aguja en alto como para dar una puntada.
- "No es la humedad! es que aproveché que habías marcado el camino de las hormigas y fue buena la oportunidad para ponerles kerosene y así eliminarlas. Es que me estaban comiendo todas las plantas!".....- aclaró finalmente.
-"Noooo! Noooo puede seeeerrrrrrrr!"- Dijo la amante de los insectos y demás criaturas de Dios.
Y mientras se alejaba derrotada se podía adivinar que nunca más o por lo menos durante un largo tiempo se olvidaría de ejercer el Don de San Francisco de Asís.
La pobre Negrita se fue a sentar en el umbral de la puerta de su casa para tratar de curar su corazón tan destrozado...
Pasados unos minutos ya estaba curada y contenta se fue a jugar con sus amiguitas del barrio...
Qué pronto los niños dejan que los dolores se vayan para que no les priven de un presente alegre!..
1 comentario:
no digo? ud. siempre me ayudara con cada historia.
asi q a ud. le gustaba eso de ver meticulosamente los insectos y su habitad!
a mi tmb me gusta eso, pero no ayudarlas xD!, solo ver como viven su vida.
gran frase: ''Qué pronto los niños dejan que los dolores se vayan para que no les priven de un presente alegre!..''
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