No crean que negrita ya había saltado todos sus problemas.
No! Ella tenía unos variados problemitas que hacían ronda en su cerebro.
* Tenía problemas en el colegio.
* Tenías problemas con los conceptos que le impartían en la Iglesia
* Comenzaba a desconfiar si la bonomía de su padre era razonable
* Cuestionaba las informaciones que le llegaban sobre política
* Reconocía que el haber crecido un poco, le hacía más dificultoso encontrar trabajo. (jaja!)
* Que iba a ver la forma de conseguir que le hicieran pantalones y que le dieran permiso para usarlo como ella quisiera.
* Conseguir que su madre la sacara de la profesora de piano y que la inscribiera en el Concervatorio Cedrato... que quedaba cerca de la peluquería en donde le hacían la permanente. Porque por alguna razón, la niña consideraba que le resultaría más agradable.
* Parar de engordar!!!
* La salud de su mamá. Este punto era el que más le preocupaba a la niña. Porque tenía miedo, mucho miedo de que se muriera. Tenía tanto miedo que había creado unos mandalas (sin saberlo) y unos mantras
extraños que en los momentos de desesperación ponía en ejecución y cuando el ataque de su mamá terminaba, la negrita creía que era por la magia que ella ejecutaba.
Por esa razón se pasaba largas horas sentada en su umbral, como viendo pasar la vida, pero no era así. Ella buscaba respuestas haciendo puentes entre su cerebro y su corazón.
Y por el momento estaba enfocada en ver cómo ese pibito se iba ganando el corazón de sus padres. Ellos tan amorosos, porque siempre habían deseado el hijo varón y la vida parecía que les había mandado uno que era "buenito", "trabajador", "muy interesado e inteligente" y eso los tenía en la gloria.
Para ese entonces la negrita no perdía de vista lo que estaba ocurriendo al rededor de ese tal Rulito que practicamente se había instalado en su casa, que comía, tomaba la merienda, y se la pasaba todo el día en el hangar junto a su padre. Y esto último era lo que más le dolía, porque tenía bobo a su padre, y a su madre bastaba una sonrisa de ese chico para que ella también sonriera satisfecha.
A tal punto estaban pendientes de ese chico, que un día la negrita vio que su madre estaba tejiendo un chaleco , apurada y dedicada al máximo, y contenta fue a preguntar:
- "Mami ese chaleco es para papito?" . Le dijo mientras se acercaba saltando de costado, como era su costumbre cuando se movilizaba pensando.
- "No". Dijo su madre secamente como para evitar las repreguntas que siempre largaba su hija .
- "Y para quién es mami?" - dijo ya quietita y mirándola a los ojos como para evitar que se raje la respuesta para otro lado.
- "Mirá negrita... es para Rulito, porque no tiene abrigo y entonces decidimos con tu padre que sería bueno que le hiciera algo para pasar el invierno..." - esto lo dijo con naturalidad y firmeza.
- "Pero porqué no lo hace la madre ehhh?" ... repreguntó como siempre la niña.
- "Porque no todas las mamás tienen para comprar lana o saben tejer."
- "Esta vez, podrías entender algo de entrada y finalizar las preguntas?"
- "Es que...
- "Es que... No se que me pasa ... Algo hace que me duela aquí : y se señaló el esternón.
- Hay negrita!!! Esos son celos!!! Pobrecita!!! Pero no pienses que lo preferimos a ustedes... ustedes son muestras hijas... Bueno va..va...va...
seguí en tus cosas y dejame tranquila...."
- Y la negrita se fue con su corazón arrugado y con ganas de llorar. Además ese dolor en la "boca del estómago" si que era molesto...
- Negrita se fue al umbral, y se quedó meditanto en eso de los Celos...
"Dios! Si que duele esto que no entiendo bien... No me gusta nada... No me gusta ese asunto de los celos pero menos me gusta el lugar que vino a ocupar este pibito en mi hogar"
Y con cara de mártir con sus ojitos en blanco como hacía para concentrarse o llamar la atención al sumun....
Gritó:
"AYUDAME MI DIOS!!!!!!!!"
Este grito hizo que el señor Roberto que trabajaba en la gomería asomara su cara morocha, grasienta con una pelambre oscura y parada.....y preguntara. "Qué pasó???"
......continúa
No! Ella tenía unos variados problemitas que hacían ronda en su cerebro.
* Tenía problemas en el colegio.
* Tenías problemas con los conceptos que le impartían en la Iglesia
* Comenzaba a desconfiar si la bonomía de su padre era razonable
* Cuestionaba las informaciones que le llegaban sobre política
* Reconocía que el haber crecido un poco, le hacía más dificultoso encontrar trabajo. (jaja!)
* Que iba a ver la forma de conseguir que le hicieran pantalones y que le dieran permiso para usarlo como ella quisiera.
* Conseguir que su madre la sacara de la profesora de piano y que la inscribiera en el Concervatorio Cedrato... que quedaba cerca de la peluquería en donde le hacían la permanente. Porque por alguna razón, la niña consideraba que le resultaría más agradable.
* Parar de engordar!!!
* La salud de su mamá. Este punto era el que más le preocupaba a la niña. Porque tenía miedo, mucho miedo de que se muriera. Tenía tanto miedo que había creado unos mandalas (sin saberlo) y unos mantras
extraños que en los momentos de desesperación ponía en ejecución y cuando el ataque de su mamá terminaba, la negrita creía que era por la magia que ella ejecutaba.
Por esa razón se pasaba largas horas sentada en su umbral, como viendo pasar la vida, pero no era así. Ella buscaba respuestas haciendo puentes entre su cerebro y su corazón.
Y por el momento estaba enfocada en ver cómo ese pibito se iba ganando el corazón de sus padres. Ellos tan amorosos, porque siempre habían deseado el hijo varón y la vida parecía que les había mandado uno que era "buenito", "trabajador", "muy interesado e inteligente" y eso los tenía en la gloria.
Para ese entonces la negrita no perdía de vista lo que estaba ocurriendo al rededor de ese tal Rulito que practicamente se había instalado en su casa, que comía, tomaba la merienda, y se la pasaba todo el día en el hangar junto a su padre. Y esto último era lo que más le dolía, porque tenía bobo a su padre, y a su madre bastaba una sonrisa de ese chico para que ella también sonriera satisfecha.
A tal punto estaban pendientes de ese chico, que un día la negrita vio que su madre estaba tejiendo un chaleco , apurada y dedicada al máximo, y contenta fue a preguntar:
- "Mami ese chaleco es para papito?" . Le dijo mientras se acercaba saltando de costado, como era su costumbre cuando se movilizaba pensando.
- "No". Dijo su madre secamente como para evitar las repreguntas que siempre largaba su hija .
- "Y para quién es mami?" - dijo ya quietita y mirándola a los ojos como para evitar que se raje la respuesta para otro lado.
- "Mirá negrita... es para Rulito, porque no tiene abrigo y entonces decidimos con tu padre que sería bueno que le hiciera algo para pasar el invierno..." - esto lo dijo con naturalidad y firmeza.
- "Pero porqué no lo hace la madre ehhh?" ... repreguntó como siempre la niña.
- "Porque no todas las mamás tienen para comprar lana o saben tejer."
- "Esta vez, podrías entender algo de entrada y finalizar las preguntas?"
- "Es que...
- "Es que... No se que me pasa ... Algo hace que me duela aquí : y se señaló el esternón.
- Hay negrita!!! Esos son celos!!! Pobrecita!!! Pero no pienses que lo preferimos a ustedes... ustedes son muestras hijas... Bueno va..va...va...
seguí en tus cosas y dejame tranquila...."
- Y la negrita se fue con su corazón arrugado y con ganas de llorar. Además ese dolor en la "boca del estómago" si que era molesto...
- Negrita se fue al umbral, y se quedó meditanto en eso de los Celos...
"Dios! Si que duele esto que no entiendo bien... No me gusta nada... No me gusta ese asunto de los celos pero menos me gusta el lugar que vino a ocupar este pibito en mi hogar"
Y con cara de mártir con sus ojitos en blanco como hacía para concentrarse o llamar la atención al sumun....
Gritó:
"AYUDAME MI DIOS!!!!!!!!"
Este grito hizo que el señor Roberto que trabajaba en la gomería asomara su cara morocha, grasienta con una pelambre oscura y parada.....y preguntara. "Qué pasó???"
......continúa
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