Jesús me miró.
Desde Su cruz me miró.
En medio de Su Dolor me miró.
Y me invitó a que buscara sus pies.
Y allí me encontré con su esencia verdadera después de la de ser Dios.
Sus pies envueltos en la sangre reseca, tenían pegada la tierra del camino.
Sus pies no eran bellos, eran pies de quien anduvo mucho, trabajó mucho y sufrió mucho.
Sus pies hicieron que antes de volver mi vista a su rostro, me hubiese encontrado con Dios hombre.
*
Levanté mis ojos a lo alto.
Y Él con su mirada me dijo:
*
"Pobrecita, fatigada en tempestad, sin consuelo, como mujer dejada te busqué y como a mujer débil te hago promesa..."
"Ten confianza en Mi, Tu Señor, ten valor no te desanimes"
"Levántate y resplandece, que ha llegado a ti Mi Luz"
"No temas ni desmayes porque el Señor , Tu Dios, estará contigo donde quiera que vayas"
*
Le encontré en la noche más oscura de mi vida.
Cuando la tragedia era una nube negra , pegajosa, mal oliente, que lo cubría todo y yo con apenas 32 años estaba dispuesta a terminar con todo....
Cuando luego de este encuentro, le seguí buscando... más de una vez encontré estas palabras dichas de muchas maneras en el Manual del Fabricante "La Biblia" y se volvió carne en mi. Estas palabras, Su Promesa... , vuelven una y otra vez a mi mente cuando nuevamente se acercan los nubarrones en mi vida o en los de los que conforman mi familia.
¿Y saben?
¡El siempre escucha!
2 comentarios:
hello... hapi blogging... have a nice day! just visiting here....
Agradesco primero, que me envie las historias a mi msn, es dificil para mi ahora entrar a otras paginas...
Muy aparte, su historia vino en el momento preciso que lo necesitaba, como siempre Ud. Elo, hace que sus palabras me hagan levantar de cualkier mal rato
Y si! claro! Cristo esta en todos nosotros
Lindo, bellísimo...
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