Este relato tiene mucho , por no decir todo, que ver con lo que voy a compartir con ustedes.
Se hallaba mi amiga tan querida, María, tomando algo en un local junto a su hija y su nietito.
Este niño, es un personaje increíble por lo inteligente, movedizo, observador y poseedor de una autodeterminación que debe ser manejada por toda la familia... aunque no creo que logren mucho.
El nombre del niño? Pues puede ser "Rulitos", o el "Duende" , o Beirín.... pero el verdadero es muy hermoso y le cae muy bien: ¡"Juan Antonio"!
¿Qué tal? Estamos de acuerdo en ello todos los que le conocemos.
Pues ya situado los personajes en el escenario en donde se desarrollan los hechos sigamos con lo ocurrido.
En un punto dado de la conversación entre madre e hija, se interrumpe ante la voz del niño que dice:
- "Miren UN PADRE"
Aquí les hago la acotación de que el niño no es que esté rodeado de sacerdotes y demás sino que hacía pocos días que había sido bautizado, y entonces tenía muy presente la figura de un "padre" o sacerdote....
Las dos mujeres miran lo que señala el niño y se encuentran con un cuadro como el que ilustra este capítulo, y la mamá serenamente y con mucho amor le dice :
-" No querido, ese es JESÚS."
A partir de la corrección de su mamá, el niño fija sus ojos nuevamente en el cuadro y..... no tarda en hacer su observación sobre mismo....
- "¡Poobreee! Jesús tiene mucha gripa!"
La abuela se rió mucho y la madre otro tanto....
Y en cuanto me contaron lo sucedido yo dije de inmediato:
¡Qué bien saben ver la realidad los niños con su mirada inocente!
Miren ustedes si no es verdad lo que el niño vio?
Un Jesús doliente, sufriendo, tal vez llorando.... Y él hacía poco , junto con su familia había padecido una "gripa" que terminó en neumonía y tal vez por ello pudo descubrir la similitud.
Mirada de inocencia,,,
Mirada de niño...
¡Ay! ...¡ Si uno pudiera mantenerla a través de la vida....!
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