Pasó hace muchos años....
Ella una hermosa joven mujer, que su rostro me hacía acordar a Blanca Nieves. Era igual a la figura de Blanca nieves presentada en los dibujos de mi niñez.
De gestos suaves, de voz melodiosa, con mirada intensa... dispuesta siempre a prestar su mano.
Así fue, que llegó a casa... y la llenó con su presencia.
Una mañana se sentó en la cocina mientras yo seguía con mis tareas de hija-madre de todos....
"Me siento mal... no sé que comí que me pudo hacer sentir así..."
Yo, vieja intuitiva desde que nací... me imaginé qué era....
-"A sí?!!", respondí y me reí.
Ella levantó su rostro y con sus ojos negros y brillantes como noche de luna nueva respondió rápidamente:
- "Oh!! Nooo!!!" ... y se sonrojó.
Achicando los tiempos, diré que una niña tan bella como su madre llegó un día, en el que la que escribe, que ya no salía a la calle,... corrió una y otra vez ansiosa y preocupada....
Y la casa tuvo otra vez una niña !
Y fueron dos rosas las que al año partieron y dejaron recuerdos de una vida vivida!
Hoy las recuerdo porque después de mucho tiempo sonó el teléfono y la voz de la "Rosa mamá" me saludaba.
"Que cómo están...?
Y la niña?...
Y tú ?....
Y dónde están.... ?"
Un sin fin de preguntas se cruzaron... y yo quedé feliz, sabiendo que Dios no se equivocó en traer a la vida de "Rosa mamá" un pimpollo que ya tiene 7 años....
Me gusta también saber que a la vida de las dos, después de muchos miedos, y pruebas duras.... llegó la armonía, la paz, la alegría y la protección.
Al fin, como yo le deseaba desde hacía años, tienen a alguien que las cuiden y las acompañen.
Doy gracias a Dios....
Y hoy digo: "La vida es bella" , sí señor.... es cuestión de saber esperar y tener memoria, pero por sobre todas las cosas no cerrar nunca nuestra alma y nuestro corazón a recibir nuevos amores.
Que Dios les bendiga a las dos y les de una larga y buena vida para compartir.
Que la niña nunca olvide todo lo que su mamá ha hecho por ella, todo lo que luchó, cuánto la amó y la sigue amando.
Que la vida nunca les separe....
Y digo cuando veo cómo van las historias de mi vida desarrollándose, y me encuentro con finales como estos..., que no me arrepiento de todas las veces que acompañé a mis queridas hijas de la vida a recorrer unos tramos de la misma.
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