Hoy temprano, recordé mis tiempos de niñez.
Tiempos que compartí con mi hermana mayor (palabra santa).
Misterios, secretos, descubrimientos... toda la imaginación de niña se agolpó en mi mente.
Vinieron hasta mi los perfumes del barrio, de las casas, de las cremas de mi madre, de la "Glostora" que usaba mi padre para acomodar su pelo de ondas apretadas, y del jabón "Palmolive" que en esa época tenía un perfume fuerte y rico (olor a limpio y fresco).
Y la aventura de cruzar la calle y pasear unas cuadras alejadas de la casa.
Con mi hermana podía caminar hasta 7 cuadras alejada de la casa y mi madre no se enojaba. También podía pasear por el "Barrio de los Ingleses" o ir al cine "Gran Atlántico".
¡ Qué grandes paseos! Y muy instructivos para mi, por sobre todas las cosas.
En una de esas "expediciones" que tenía el placer de hacer junto a mi hermana mayor, esta me hizo pasar por una casa casi en puntas de pie, y en un susurro me instruyó:
-" Aquí vive Osvaldo Pugliese, el pianista, el que tiene una orquesta de tangos..." - y colocó un dedo en su boca pidiéndome silencio....- y allí agregó el final : ¡" El Comunista"!.
Y desde ese momento cada vez que pisaba la vereda de esa casa de frente de mármol negro ... lo hacía con una mezcla de respeto y miedo, en silencio y casi en puntas de pie. Es que cada vez que tomábamos la Av. Alvarez Thomas desde el l.600 derecho ... allí nomás, antes de llegar a Federico Laroze, debíamos pasar por esa casa, y entonces acontecía el despliegue de todo el respeto, el misterio, el silencio.
Con el tiempo supe el porqué de la actitud de mi hermana mayor. Eran épocas en la que a los comunistas se les detenía y la pasaban muy mal...
Y también supe ya de grande quién era en verdad el maestro Pugliese, inigualable artista y por sobre todas las cosas una maravillosa persona. Y también me enteré de lo que realmente significaba el comunismo en su diario vivir.
Me enteré de todas las ocasiones que era detenido y no podía llegar a estar frente a su piano y su orquesta... y ante ello sus integrantes acostumbraban a colocar una rosa sobre el teclado.
Él siempre dividió la ganancia en partes iguales, tanto para él como para cada uno de los integrantes de su orquesta.
Él siempre trabajó hasta el cansancio.
Él nunca renunció a sus ideales...
Él nunca negó ser afiliado al partido comunista.
Y más allá de ser un artista de los grandes, fue un ser que mantuvo siempre la coherencia en todas las actitudes de su vida.
Una nota de color:
La gente del ambiente, (y otras también) , llevan una "estampita" con la imagen de Don Osvaldo Pugliese" contra la mala suerte y la envidia. Es que cuentan que era tan bueno y justo que su imagen contrarresta el mal.
Miren que para ganarse ese puesto!!!... no hay otro que sin ser santo con historia de milagros ni vestimentas raras haya logrado ese puesto.
¡Solamente a él su pueblo lo reconoció de esa forma porque se le tuvo toda la vida como una muy buena persona y muy justa también... más allá de ser un gran artista .
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Agradecida a mi hermana mayor que entre todas las cosas que me enseñó durante mi vida, se encontró esta... la de poder decir ahora: ¡ Yo fui vecina de Don Osvaldo Pugliese!
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