El planeta se sacudió.
Pero en esa cornisa que es Chile en el mapa de sudamérica (dicho por un artista chileno)
parecía que era el lomo de un animal que quería sacarse de encima todo lo que le ocupaba.
Así se derrumbó todo, casas, carreteras, puentes... y después la oscuridad y los gritos y la tierra y reinó el terror.
Nadie puede enfrentar lo que la naturaleza se decide a hacer. Y ella decidió una vez más acomodar su capa, estirarse en medio de la madrugada chilena, sin tener en cuenta a los humanos que estaban descansando o disfrutando un espectáculo... no le importó!
Es que ella manda y reina.
Y luego maremotos... tsunami's... que se yo... solamente preguntas, asombro, dolor, impotencia... y filosofar sobre la vida, la muerte, el destino, el fin de los tiempos, que si esto se acaba....
Pero mientras tanto la gente con espanto, sin nada, sin leche, sin agua, sin pan, sin abrigo, sin remedio, sin nada.... sin nada!
Qué sentí yo?
Yo querría tener los brazos tan largos como para pasar por sobre la cordillera y tomar a cada uno de ellos y ponerlos en mi regazo que extendido por el amor alcanzaría para albergarlos a todos.
Dolor, desamparo, muerte, frío, hambre....
Tan pronto después de Ahití recibir este nuevo desastre suena como que es más de lo que podíamos esperar pero que ocurrió y ahora a unirse y seguir luchando.
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