Tener la sensación de libertad absoluta. Sentir que todo tu espacio te pertenece absolutamente.
Escuchar música, radio, Tv.... a la hora que quieras .
Cantar desafinando... pero cantar!
Todo ello parece muy bueno, y lo es!
Pero como en esta vida todo tiene precio... el precio como siempre es doloroso.
Digo doloroso, porque otra vez la casa hace el recambio y queda vacía.
Es verdad que no tendré que estar atenta a si todos llegaron, si llevan abrigo, si van bien en la Facu., si tienen comida...
Pero otra vez lo mismo, y no aprendo!
Todos los ciclos es la misma sensación de abandono.
Todas las despedidas me traen sangre vertida desde el corazón.
Me preguntan: " ¿Porqué sos así?"
Y no hay respuestas o hay muchos porqué .
Simplemente es como que me adueño de esos jóvenes que vienen a luchar por sus sueños.¿Los tomo como propios y así, de a saltos, vivo el gran sueño de la familia numerosa?Tal vez...
Al menos quedará conmigo una de ellas, como parte de la familia y por un tramo alguna compañía extra...
Pero los que se van ... me dejan siempre enferma!
Bueno Doña... a pensar más en el descanso bien merecido y esperar para encontrarnos con la maravillosa sorpresa de la nueva camada. Esa que viene a compartir nuestras ciudad y nuestra Casa
Dios me use de bendición en cada una de esas vidas!
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