Si..! mi corazón quedó en la vereda de enfrente de Triunvirato y Av. de los Incas..... Y mi cerebro junto con mi cuerpo llegó al aula de 7mo.grado de la calle Girardot.
Cómo pudo acompañar a la clase un cuerpo sin corazón... un alma triste y lloroza....?
No se..pero mi mente se me fue yendo, lentamente hacia atrás buscando la figura de Cayorda...Mi linyera! El de las siestas artísticas, donde él recitaba con voz "cacofónica" (palabra antigua si las hay) lo que después supe que era "El Rosal de las Ruinas"
Cuando me sentí libre de volver a casa....Pasé por el lugar y le busqué...
Un comerciante del lugar me dijo...debe pertenecer al grupo de linyeras que, a mitad de cuadra, viven juntos en el terreno baldío...
Me asomé al lugar con el corazón en un puño. Pensaba porqué no le hablé.
Porqué no detuve la corrida hacia un día más de escuela, cuando en la vereda de enfrente se encontraba un trozo de mi infancia, en el cuerpo de Cayorda.
No había nadie, sólamente unos hoyos en la tierra, unos cartones y basura...mucha basura... y yo pensé "porqué así" "porqué él así..." y lloré.
Muchas veces lloraría y había llorado en mi vida, pero esa era le primera vez que lloraba sin saber por la injusticia social.....
Siempre existe un punto en la existencia de nuestra vida donde comienzan los planteos de esta índole....Yo comencé en ese preciso instante....
Cuando llegué a casa, tomando por Av. de los Incas derechito, pegada a las casas conocidas, como queriendo robar de cada una su olorcito a comida del medio día.(. Porque en esa época, mediados del 55, los hogares tenían horarios estrictos para todo, sobretodo para el almuerzo....allí todos juntos a saborear las comidas de las madres...Qué tiempos !!!) me senté a la mesa, escondiendo mi cara de la mirada de los demás....y sin embarco me dijo mi madre...lloraste? Sacaste malas notas??? Y Yo pensé para mis adentros.... "Ni se imaginan por qué lloré"
Siguió mi pesquiza sobre Cayorda, y el que tenía más cerca de mi, tenía su historia..Mi padre....
Un día , no pasó mucho tiempo, me relató entre oraciones cortas, como mesquinando letras, que Cayorda había sido uno de los mejores artistas de el cuerpo estable del Circo de Los Podesta. Y allí me enteré que lo que él recitaba siempre eran los versos de El Rosal de las Ruinas.
Hasta que una mañana, la más cruda de ese invierno, cuentan que por Triunvirato hacia el cementerio de la Chacarita. un grupo de linyeras llevaban sobre sus hombros, un cajón realizado con tablas de cajones de manzanas, y que allí transportaban el cuerpo sin vida de Cayorda.
Todos iban lentamente,entonando una canción popular que decía:
"Se va el caimán, se va el caimán, se va p´a la barranquilla...."
Y así se fue Cayorda -el querido y recordado Linyera de mi niñez.
No termina bien la historia, pero es así ,es la verdad, es una historia con comienzo y con final...y es así fiinnn
domingo, 27 de enero de 2008
Mi Linyera- última parte
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