C I N E ...".Atlántico"

Haciendo memoria..



Si negrita aprendió a leer a los 4 años y meses....y las mayores se burlaban cuando eran películas "extranjeras" dicéndole: "lee, lee porque a la salida te preguntan qué decían en la peli!!!" y la negrita se tragaba las lágimas de miedo, y salía escondida entre los demás y no respiraba hasta estar en la calle.. quiere decir que era muy pequeña cuando iba al cine hasta cuatro veces a la semana.



Esos padres que Dios le dió, eran tan maravillosos que entendían su necesidad, casi enfermiza, de sumergirse tardes enteras consumiendo todo lo que le entregaba la pantalla grande


Vamos a irnos a los años 47 en el barrio de Colegiales, Buenos Aires, Argentina.



A tres cuadras de la casa de negrita, se encontraba el "Cine Atlántico" nombrado así por los de la zona, pero creo que su nombre completo era "Gran Atlántico".


Allí se pasaban, como era común , tres películas por turno. Es decir que si comenzaba el turno tarde a las l4 horas hasta las l8 horas , por lo menos, no se salía de la sala.


Por ello cuando de ir al cine se trataba, las niñas se vestían muy bien como para paseo, con vestido de salir, zapatitos limpios, bien peinadas y el detalle estaba en la cartera que con una tira larga la llevaban "en bandolera" y allí la mamá les ponía el dinero, un pañuelo y caramelos



Pero negrita a veces ponía, presionando bien, algunas medialunas de grasa, o pan criollo... y glup!!! cuando tenía apetito, incaba el diente con placer...


Eso era vida!!!



Entre peli y peli , pasaba el caramelero.... que ofrecía: "Caramelos, bombón heladoooosssss!", enfundado en su uniforme de color azul y pechera roja, lleno de botones dorados y con un birrete haciendo juego.... hummm! A veces era lindo el muchacho y las chicas mayores, se le iban "al Humo", con le excusa de comprar o mirar lo que vendía




También en esos " intervalos", se veían los chicos y las chicas que se "Gustaban",
o como le pasó a negrita: que uno de ellos le dió cita en el intervalo y cuando le preguntó: "Querés andar conmigo?".... Ella le contestó: "A dónde querés llevarme".... Y el chico la miró como a "Bicho raro" y dio un giro en seco y se marchó más que volando..


Bueno, volviendo al espectáculo..


En esa época, los días lunes, martes y miércoles... se llamaban día de damas y las mujeres, con poquitas monedas, podían acceder al cine.

Los tres días daban programas diferentes.

El día jueves daban la película principal que la pasaban hasta el domingo inclusive.


Entonces haciendo cuentas: la negrita(adicta al cine) se "tragaba" aproximadamente l2 películas por semana... al año ??? Un promedio de 696 películas, más la yapa... (que consistía en que si pasaba aburrida por la puerta y el que acomodaba(acomodador) la reconocía) cuando la invitaban solían decirle:


- "Querés pasar?"
- "Que están dando"?, repreguntaba la niña.
- "La ultima parte de... "El Zorro", o "Rica, linda y estanciera"... o alguna otra...le respondía el portero.

La niña se tomaba su tiempo para decidir, pero cuando era una de "Lolita Torres" o de los "Cinco Grandes del Buen Humor"... no lo pensaba dos veces... Zuuuuuuummmm!!!! más que volando entraba y saboreaba cada cuadro de lo que, seguramente, había visto esa misma semana.

- Cómo le gustaba el cine!!!

- Ella volaba en sus libretos y sus cuadros musicales....

- Por ello había gastado el disco que tenían en lo de los Yetaskys, uno de Lolita Torres, el sumun del canto y la danza española para la negrita.

Porque en esa casa tenían un "combinado que era la obsesión de la negrita.

- Negrita se instalaba en esa casa, en los altos de la Panadería la Armonía, y ponía una y otra vez el mismo disco, porque su fin era aprenderlo de memoria, para después representarlo en su casa, tal cual lo hacía Lolita Torres.

Pero como muy bien le había enseñado su padre, ella daba a cambio su trabajo .

Su trabajo era el de pasar la lustradora por los pisos de parquet de toda la casa... ( además le encantaba hacer esa tarea.).En tonces es de imaginar el ruido infernal que se desarrollaba en el ambiente...

-Cuanto mayor era la velocidad de la lustradora, mayor era el volúmen del tocadiscos.

Realmente la deberían de querer muchísimo a la niña, porque si aguantaban tal bochinche era por la gracia que el causaba la niña, y no por otra cosa

Y trataba de aprenderlo de memoria para cantarlo en su casa....