NUEVA VIDA!

viernes, 12 de septiembre de 2008

EL CORO DE SAN ALFONSO....


Cuando mi edad estaba alrededor de los 17 años....

Aún me agradaba concurrir a la iglesia...

En especial cuando estaba solitaria... y allí con las manos descansando sobre mi regazo, conversaba con Dios después de haber logrado serenar los ruidos enloquecidos que llenaban mi interior ...

Lógico! Era muy jovencita y muy revoltosa... Muy apasionada y espontánea ...

Pero allí, diariamente en la penumbra y el silencio me tranquilizaba y no tenía problemas para conversar con mi Padre...me encontraba a mis anchas, confiada, segura.

Llegaba a su presencia como si mi alma corriera a treparse a sus rodillas. Realmente era así...

También pertenecía al coro de la iglesia de mi barrio y también tocaba el órgano...enorme y antiguo.

Como no es esto lo que les quería contar, solamente los situaba para que pudiesen comprender lo que pasó en esa iglesia.....acto seguido paso a relatarles.

Era una misa especial y luego un casamiento...

La misa era tan especial que vinieron clérigos de otras parroquias muy importantes. y todo estaba arreglado de primera...

La misa? Cantada en gregoriano. En una intensidad maravillosa y con un sonar bajo y suave... todo bien...

Luego en el momento de la Eucaristía cuando muchísima gente participaba de ella... yo ejecutaba pianísimo una melodía de Bach... todo bien..,

Cuando la misa termina... acto seguido cambio mi lugar en el órgano y paso al coro y un señor toma el violín para seguir con más fuerza la marcha nupcial y otras como el Ave María (a pedido de la novia y pagado extra por el novio).

Hasta aquí todo bien...

Cuando arranca el órgano con la marcha nupcial... el violín no entra a tiempo... El señor que lo ejecutaba... realmente estaba o borracho o no sabía tocar el violín... y era un sin fin de ruidos sin armonía alguna y terminaban en chirridos inaguantables...

Yo? mordí la mantilla que desde la cabeza cubría la mitad de mi cuerpo y hecha un rollo me la metí en la boca y no arranqué con las primeras voces con las que debía cantar...

En medio de ese sonar... se abrieron las puertas y apareció la novia (oriental) y detrás de ellas como veinte niños que en tropel se iban peleando y haciendo pliegues con la alfombra blanca que tanto cuidaba el párroco y el sacristán de la iglesia...

Fue tan fuerte el impacto sonoro y luego el impacto visual que a pesar de haberme tragado media mantilla.... se escapó de mi garganta una carcajada tan pero tan..tan sonora, cristalina, potente... que los novios y todos los orientales se dieron vuelta para mirar a las alturas... y allí se encontraron con mi cara convulsionada por la explosión en que estalló mi tentación imparable....tomada fuertemente de la baranda que daba sobre la nave principal y descansando sobre ella porque se me doblaban las piernas...

Hasta que el director con firmeza de un lado y el violinista del otro... me sacaron a las escalinatas que me llevaban justamente a la puerta de la iglesia...no paraban de resonar en toda la iglesia mis contagiosas carcajadas.

La gran tentación!!!!!

Pero no podía parar... entonces me quedé riendo en la escalera caracol... entre el coro y la puerta que daba justo a donde se encontraba la pira con agua bendita...

Cada vez que creía calmarme... se abría la puerta del coro y expulsaban a otra de las integrantes...tentada como yo... y así sumamos quince riéndonos "a coro"...

Fue mi última coparticipación en el coro .

Lástima porque lo hacía bien y me gustaba!...

Pero aún hoy me río con ganas cuando recuerdo a la gran cantidad de rostros orientales, llenos de estupor! que miraban hacia lo alto... hacia el Coro.

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