NUEVA VIDA!

viernes, 4 de abril de 2008

Visita a Don Bernardo...




A continuación del negocio de Don Villa, había una puertita pequeña-pequeñita, con tres escalones de mármol blanco cuyo centro gastado hacía como una onda en el mismo.





A la derecha de la puertita, había una vidriera que no se usaba y que tenía permanentemente baja su persiana.





A negrita le gustaba visitar a Don Bernardo, porque lo único que tenía que hacer era subir por la escalera, abrir la puerta y saludar.


Todo lo demás surgía de los movimientos, de los ruidos y los olores que se desprendían del trajín del señor zapatero.



Porque ese era el trabajo de Don Bernardo, era el zapatero remendón del barrio, y a negrita le fascinaba el perfume de la suela pulida y del cuero nuevo.... y la música que partía bien rítmica de su martillo.





Pero, lo que más le fascinaba a la niña, era cuando ponía en marcha la máquina pulidora....





Allí sentada al costado de la máquina en un silla petisita de fondo de paja, la niña miraba con detenimiento cada paso que realizaba Don Bernardo ,hasta que se retiraba satisfecho con el zapato listo, limpio y brilloso.





Era muy común en ese tiempo, que los zapatos sufrieran varios cambios de taco y de suela o mediasuela. También El zapatero colocaba botones, hebillas, cosía tirillas.... arreglaba todo lo que le alcanzaban en cualquier calzado de cualquier tamaño!!!



- " Pero si hasta las valijas del "cole" nos arregla" - decía negrita cuando le hacía admirada propaganda a su amigo.





- "Es un genio!!! Es un mago!!! y que rico huele !!!" - decía la negrita cuando comentaba lo que hacía y lo que ella sentía por su amigo....





- Y es más, era tal la compañía que le hacía la niña a este señor, y se ve que a él le agradaba en sobremanera, porque nunca le cobraba lo arreglos.





- "Esta negrita y sus amigos!!! decía la madre cuando ella llegaba con uno de sus negocios... yo no puedo entender cómo se las arregla..."





- Pero en verdad negrita disfrutaba al máximo, y podía pasar hasta una
hora entretenida en esas visitas... mirando cómo su amigo, el zapatero,
espiaba sobre sus anteojos pequeños y le calvaba sus enormes ojos celestes.


Esos ojos que brillaban, con un brillo muy intenso, en cuanto se asomaba por el vidrio de la puerta de entrada, aún antes de que la empujara , la carita llena de sonrisa de su amiga la negrita....





Y este detalle, hasta negrita lo había notado... y cuando eso sucedía, la niña sentía en el corazón una cancioncita que repetía:





- "Me quiere, me quiere..... Don Bernardo a mi me quiere!!!!....lalaralalala..."





Y acto seguido se acomodaba bien silenciosa en la silla petisita y a mirar.





Observaba:


* la boca llena de pequeños clavitos... uno al lado del otro - es por eso que el pobre no puede conversar - se decía negrita, acostumbrada a conversar muchísimo en las otras visitas que realizaba.





*luego uno por uno los iba claveteando en una hilerita como pequeñas estrellas brillosas, toooodo al rededor de la suela del zapato.





* que el zapato estaba enganchado en una especie de pie de hierro que tenía una pata de metal que estaba apoyada en el piso.





* que el mismísimo zapato , que estaba arreglando, lo tenía encajado en la boca de su estómago prominente cubierto por un delantal gruesísimo de tela y cuero.-"Menos mal que se pone eso, sinó ya tendría un agujero el pobre" razonaba la niña.





* Que luego , cuando Don Bernardo sacaba la lengua por uno de los costados de su boca... y con la lanzeta...suchiff suchiffff , cortaba la suela sobrante, hasta que quedaba parejita- parejita.



Y luego lo más hermoso... a la máquina...





Allí...bruuummmmmmmm rrrrrruuummmmmschhhhh comenzaba la sinfónica de la zapatería....





Todos los rodillos funcionaban precisos para cada función.


* Primero le lija gruesa


* Segundo la lija fina


* Tercero la tinta coloradita-marrón


* Cuarto "El lustre"





Esto último era lo máximo, porque lo más impresionante era ver a Don Bernardo de pie.





Una mole!!! grandísimo y con su uniforme de trabajo que consistía en su delantal, ya parcialmente descripto.

* Era un delantal que le llegaba hasta el piso y grueso, bien grueso por la protección del cuero en toda su pechera y su falda... Y tan pesado que le hacía su caminar lento muy lento.!!!!
* Y sus zapatones, le hacían más alto aún, porque tenían como dos manos de negrita de sobresuelas.




Allí entre que prendía y apagaba la máquina, negrita le podía escuchar unas pocas palabras con su voz ronca y dulce....





Éste bien podría hacer de Papá de Jesús en mi pesebre... Si! señor!!!- decía la negrita, mirándole con amor su gran barba blanca...





Cuando Todo se aquietaba,( el polvo, el ruido,etc.) y su amigo se sentaba nuevamente para tomar un nuevo trabajo... entonces... y sólo entonces negrita decía simplemente : Chau!!!! y se iba.



Si su amigo no contestaba, era porque nuevamente los pequeños clavitos estaban prolijamente alineados en su boca....



-" A seguir la ronda...!!!! y me salgo para la derechaaa.. a mi casa noooo!!!". decidía la niña.

-" Si me cachan me mandan a "Piano"... y no, que no y que no voy...."

Y después de espiar, agazapada en el último escalón, hacia ambos lados... zummmm! salió como cohete para la derecha como tenía previsto.

Y esta vez sin dejar huella mojada... jajaja... esta vez no tuvo miedo... esta
vez no se hizo pis....jajaja










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