Y la vida era magnífica, porque cada uno de mis niños hacía sus propias "monerías" a medida que crecían" en gracia para Dios y para los hombres...."
Con ellos hacíamos travesías más allá de la plaza... a las casa de las abuelas:
* una era la "Noni" o la abuela de la "Co" (que era una tía) ,
* la otra era la "abuela del abuelo " porque ésta última tenía marido por lo tanto...con ella vivía "el abuelo"...
* también por el barrio, hacíamos paseos, espiando...
En esas visitas de hasta dos veces semanales a cada uno, se les fué haciendo un hábito fortísimo el relacionarse con la familia.
Cariñosos con todos, respetuosos, y muy demostrativos de su alegría de participar en cualquiera de las casas de sus familiares... sobretodo en la de sus abuelas...
Así llegó el día de la Gran Mudanza... Todo preparado unos días antes... bien organizado... Ya estaba limpio y todo dispuesto en el nuevo sitio y el que dejábamos igualmente cuidado para los que contentos pronto lo compraron.
En uno o dos viajes... levantamos todo y acomodado en un santiamén todo lo nuevo
en el "segundo al frente"...
Hermoso:
Los niños tendrían un cuarto privado , alfombrado en azul, con sus muebles bonitos
todo en su lugar y con mucha luz y con mucho espacio.
Igual los otros ambientes y no quedaba a la sombra la cocina lavadero... todo nuevo, y era como que queríamos estrenar una nueva vida... y entonces yo puse las leyes...
Aclaré muy seria con quien correspondía:
"Mirá, no me importa la vida que lleves, ni cuántas mujeres conquistes a diario...
lo que sí te exijo es, que aquí en esta casa, no falte comida y que ningún grito ni golpe aparezca porque entonces Si! me voy de inmediato..."
Y así comenzamos...
creciendo ...
cantando ...
jugando ...
felices...
soñando...
Todo se fue dando de tal modo que todo lo feo quedaba de lado... aunque no perfecto...
lo que no gustaba o me lastimaba , eso no contaba en la vida diaria que junto amis niños yo tan bien disfrutaba.
Allí fue donde Mariano dejó sus pañales y caminó solito...
Allí fue donde consiguieron hacerse de amigos y amigas ...
Allí a menos de una cuadra tenía su escuela .
Y luego a poquito... ocurrió lo siguiente...
En esas visitas de hasta dos veces semanales a cada uno, se les fué haciendo un hábito fortísimo el relacionarse con la familia.
Cariñosos con todos, respetuosos, y muy demostrativos de su alegría de participar en cualquiera de las casas de sus familiares... sobretodo en la de sus abuelas...
Así llegó el día de la Gran Mudanza... Todo preparado unos días antes... bien organizado... Ya estaba limpio y todo dispuesto en el nuevo sitio y el que dejábamos igualmente cuidado para los que contentos pronto lo compraron.
En uno o dos viajes... levantamos todo y acomodado en un santiamén todo lo nuevo
en el "segundo al frente"...
Hermoso:
Los niños tendrían un cuarto privado , alfombrado en azul, con sus muebles bonitos
todo en su lugar y con mucha luz y con mucho espacio.
Igual los otros ambientes y no quedaba a la sombra la cocina lavadero... todo nuevo, y era como que queríamos estrenar una nueva vida... y entonces yo puse las leyes...
Aclaré muy seria con quien correspondía:
"Mirá, no me importa la vida que lleves, ni cuántas mujeres conquistes a diario...
lo que sí te exijo es, que aquí en esta casa, no falte comida y que ningún grito ni golpe aparezca porque entonces Si! me voy de inmediato..."
Y así comenzamos...
creciendo ...
cantando ...
jugando ...
felices...
soñando...
Todo se fue dando de tal modo que todo lo feo quedaba de lado... aunque no perfecto...
lo que no gustaba o me lastimaba , eso no contaba en la vida diaria que junto amis niños yo tan bien disfrutaba.
Allí fue donde Mariano dejó sus pañales y caminó solito...
Allí fue donde consiguieron hacerse de amigos y amigas ...
Allí a menos de una cuadra tenía su escuela .
Y luego a poquito... ocurrió lo siguiente...
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