A una hora y media de viaje desde la Ciudad de Buenos Aires, un lugar para reencontrarse con la naturaleza y las tradiciones GAUCHAS.

Areco(como la llaman los lugareños) es tierra de tradiciones de calles limpias bordeadas de naranjos.

Como en todos los pueblos, los saludos se cruzan de vereda a vereda y se sabe dónde viven "los Ramírez", "los Aldao" y "los Passaglia".

Estos últimos son los artífices de una de las grandes novedades, "un hotel con personalidad", como les gusta llamarlo, de sólo seis habitaciones, al que bautizaron Patio de Moreno.

Ajeno a los estribos de plata y las guardas pampa, tiene un look totalmente cosmopolita, que se lleva bien con la ambientación gauchesca que prima en Areco.

Basta salir a dar una vuelta para toparse con ella.

El pueblo es conocido por el trabajo de los artesanos y en especial el de los plateros.

Juan José Draghi atesora en su museo y taller una de las más preciadas colecciones de platería criolla. Sus hijos, Mariano y Patricio, heredaron el oficio. Gustavo Stagnaro, otro reconocido platero, tiene su taller en una esquina sin ochava (Arellano y Matheu). Después de casi 30 años en el rubro, explica el secreto: "Un buen platero debe limar y lijar durante los primeros cuatro años para adquirir la paciencia que requieren las piezas con 60 soldaduras", resume.

Quienes lleguen a Areco en busca de verde, tienen que pasar por Don Cleofe, diez hectáreas de campo a sólo diez cuadras del casco histórico. Ofrece siete sencillas pero bonitas habitaciones, con precios accesibles, y el fin de semana abre el restaurante de comida casera.

La perlita de Don Cleofe es una prolija estructura de madera donde descansan 200 palomas mensajeras.

No se vaya sin antes recorrer los típicos bares y pulperías porque ahí encontrará a los personajes del pueblo y sus historias.

En la pared de Los Principios cuelga una foto de Segundo Ramírez acodado en la barra, el gaucho que Güiraldes emuló en Don Segundo Sombra y que mejor honra a Areco desde entonces.

Publicado por Chabela-copia de

.....